Los sueños de Dios nunca mueren
Génesis 37
1.- Proceso.
Encontramos a José, el menos querido por sus pares, pero mas recto y espiritualmente inmaduro.
Así se gano la mala voluntad de ellos, entonces vemos la intervención de Dios.
Es todo un proceso cuando sus hermanos lo venden como esclavo y pasa del lugar del favorito, el que es servido como hijo del patriarca, a siervo, por que es necesario que aprendamos a servir, no miremos por nosotros, si no que veamos como agradar y honrar al que nos tomo para su servicio.
José debió pasar como esclavo de Potifár, capitán y eunuco de Faraón, y Lugo a la cárcel, siendo inocente, por mantener su integridad, su fe fue puesta a prueba.
2.- Los avances.
Aprendió administración, la casa de Potifár prosperaba bajo la mano de José y era para todos notorio como los bienes de este se multiplicaban.
Jehová bendecía a Potifár a causa de José por lo que fue puesto a cargo de todo lo que había en esa casa.
Cuando fue en la cárcel el jefe de esta puso todo en sus manos, pues Jehová puso tal gracia en José que aun estando preso lo que fue puesto en sus manos prosperaba, el jefe de la cárcel no hacia nada pues todo estaba en manos de
José, y todo estaba bien cuidado, el siervo de Dios tenia cuidado de administrar bien el lugar donde fuese puesto.
En la tercera situación José es honrado de gran manera, pasó a ser el segundo después de Faraón, se preparo para el tiempo malo anunciado por Dios a través de los sueños de las vacas flacas y las gordas, y las espigas tristes y las bonitas, y en todo, como siempre fue hecho Jehová bendecía a José y todo lo que este hacia prosperaba.
3.- El resultado.
Con todo esto, ningún sufrimiento de José fue en vano, el precio que pago sirvió para alimentar su familia en el tiempo de la hambruna y para que los egipcios no padecieran hambre como el resto de los pueblos vecinos.
José mantuvo su integridad, confió en los sueños de Dios.
Si analizamos fríamente, si nosotros estuviésemos leyendo la historia de José y no supiésemos el final, después de ser vendido por sus hermanos pensaríamos que los sueños que tenia no se cumplirían jamás y eso es la manera normal que tenemos de actuar, pero el siguió adelante y todo lo que se le dio a manejar lo hizo con excelencia, todo prosperaba en las manos de este hombre de Dios.
4.- Conclusión.
Los sueños de Dios nunca mueren, no importa lo que pase el los cumplirá, el busca a quien no mire lo que pase, si no confíe en su palabra y promesas.
Sol se debe trabajar confiando en que el resultado esta en sus manos y el hará.